¿Qué hay de real en el mito de los vampiros?
Los vampiros están de moda; series televisivas, películas y libros son protagonizados por estas criaturas fantásticas. Pero su popularidad viene de largo. Y es que desde que Drácula comenzara a atemorizar al mundo, el mito ha permanecido vivo. Ahora, un grupo de científicos ha decidido explicar qué hay de real en la historia de los 'chupasangre'.
En realidad, el nacimiento de estas criaturas, como han explicado estos expertos, está ligado con algunos miedos que atemorizaron al hombre en el pasado. Temores que, en su mayoría, ya cuentan con una explicación de tipo científico.
Diversas enfermedades que hoy sí se conocen, eran antes contempladas como fenómenos extraños. Los desconocido siempre ha generado cierto temor en todas las culturas.
Así que podría decirse que el mito de los vampiros se apoya en condiciones biológicas, por un lado, y antropólogicas por el otro. La Doctora Katherine Ramsland, que imparte la asignatura de psicología forense en la DeSales University y autora del libro The Science of Vampires, se hace, precisamente, estas preguntas:
"¿El mito de los vampiros se basa en el temor a la muerte, en la falta de conocimiento acerca de la descomposición de los cuerpos (en aquel entonces), o quizás se basa en la observación de los síntomas de una enfermedad mental que actualmente es conocida como 'vampirismo clínico'?".
Unas reflexiones que llevan a preguntarse si estas historias "están expresando la necesidad que la sociedad tiene del mito"; o mejor dicho, si la historia de los vampiros fue "un intento de explicar fénomenos entonces desconocidos".
En este sentido, biólogos, antropólogos y físicos, han querido analizar las razones científicas que explicarían lo más significativo del mito:
Intolerancia a la luz solar
La explicación de por qué los vampiros no pueden exponerse al sol, radicaría en algunas manifestaciones de una enfermedad llamada porfiria. Una extraña dolencia que provoca intolerancia a la luz solar.
Los que la padecían se acostumbraban a vivir por la noche, y si tenían que salir a la calle durante el día, lo hacían cubiertos con capas y sombreros, ya que la exposición a la luz les ocasionaba lesiones cutáneas.
Es fácil imaginar que, a raíz de esto, y dado el desconocimiento sobre estas dolencias, la gente comenzara a inventar leyendas urbanas e historias sobre criaturas de otro mundo.
Inmortalidad
Los vampiros no están vivos, pero, por otro lado, son inmortales. El origen de esta característica vampírica podría radicar, como señalan desde Fox News, en lo que los científicos llaman 'células inmortalizadas'. El envejecimiento depende de que las células sigan dividiéndose.
Los telómeros, regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, juegan un papel esencial en la división celular. La enzima telomerasa puede prolongar la actividad de los telómeros lo que nos ayudaría a permanecer jóvenes por más tiempo. Esto es para los científicos, el único fenómeno biológico vinculable al mito de la inmortalidad.
Beber sangre
La característica vampírica por excelencia podría tener sus raíces en otra enfermedad: la anemia. Los que padecen esta dolencia presentan una deficiencia de hierro, e ingerir sangre es una buena solución.
No se trata de beber sangre en sentido literal, pero sí de un buen bistec poco hecho, por ejemplo; aunque, por supuesto, también hay otras maneras... No es la única razón que los científicos han dado, también recurren a los mosquitos o los murciélagos, que, como sabemos, 'chupan' la sangre.
Al final de este curioso 'análisis vampírico', los expertos concluyen en la imposibilidad de la existencia de estas criaturas, que "contradicen los principios de la vida humana"; aunque sí han dado razones muy lógicas en las que basar el mito.
En realidad, el nacimiento de estas criaturas, como han explicado estos expertos, está ligado con algunos miedos que atemorizaron al hombre en el pasado. Temores que, en su mayoría, ya cuentan con una explicación de tipo científico.
Diversas enfermedades que hoy sí se conocen, eran antes contempladas como fenómenos extraños. Los desconocido siempre ha generado cierto temor en todas las culturas.
Así que podría decirse que el mito de los vampiros se apoya en condiciones biológicas, por un lado, y antropólogicas por el otro. La Doctora Katherine Ramsland, que imparte la asignatura de psicología forense en la DeSales University y autora del libro The Science of Vampires, se hace, precisamente, estas preguntas:
"¿El mito de los vampiros se basa en el temor a la muerte, en la falta de conocimiento acerca de la descomposición de los cuerpos (en aquel entonces), o quizás se basa en la observación de los síntomas de una enfermedad mental que actualmente es conocida como 'vampirismo clínico'?".
Unas reflexiones que llevan a preguntarse si estas historias "están expresando la necesidad que la sociedad tiene del mito"; o mejor dicho, si la historia de los vampiros fue "un intento de explicar fénomenos entonces desconocidos".
En este sentido, biólogos, antropólogos y físicos, han querido analizar las razones científicas que explicarían lo más significativo del mito:
Intolerancia a la luz solar
La explicación de por qué los vampiros no pueden exponerse al sol, radicaría en algunas manifestaciones de una enfermedad llamada porfiria. Una extraña dolencia que provoca intolerancia a la luz solar.
Los que la padecían se acostumbraban a vivir por la noche, y si tenían que salir a la calle durante el día, lo hacían cubiertos con capas y sombreros, ya que la exposición a la luz les ocasionaba lesiones cutáneas.
Es fácil imaginar que, a raíz de esto, y dado el desconocimiento sobre estas dolencias, la gente comenzara a inventar leyendas urbanas e historias sobre criaturas de otro mundo.
Inmortalidad
Los vampiros no están vivos, pero, por otro lado, son inmortales. El origen de esta característica vampírica podría radicar, como señalan desde Fox News, en lo que los científicos llaman 'células inmortalizadas'. El envejecimiento depende de que las células sigan dividiéndose.
Los telómeros, regiones de ADN no codificante, altamente repetitivas, juegan un papel esencial en la división celular. La enzima telomerasa puede prolongar la actividad de los telómeros lo que nos ayudaría a permanecer jóvenes por más tiempo. Esto es para los científicos, el único fenómeno biológico vinculable al mito de la inmortalidad.
Beber sangre
La característica vampírica por excelencia podría tener sus raíces en otra enfermedad: la anemia. Los que padecen esta dolencia presentan una deficiencia de hierro, e ingerir sangre es una buena solución.
No se trata de beber sangre en sentido literal, pero sí de un buen bistec poco hecho, por ejemplo; aunque, por supuesto, también hay otras maneras... No es la única razón que los científicos han dado, también recurren a los mosquitos o los murciélagos, que, como sabemos, 'chupan' la sangre.
Al final de este curioso 'análisis vampírico', los expertos concluyen en la imposibilidad de la existencia de estas criaturas, que "contradicen los principios de la vida humana"; aunque sí han dado razones muy lógicas en las que basar el mito.
20minutos.es
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