La cuenta ecológica de la Tierra está en números rojos
Si toda la población mundial tuviera el nivel de vida de un español medio, serían necesarios tres planetas como la Tierra para conseguir un equilibrio sostenible entre consumo y regeneración ecológica.
En el caso de que el nivel de vida a alcanzar fuera el de un ciudadano estadounidense, el número de planetas necesarios sería de cinco, mientras que la producción de la Tierra podría reducirse a la mitad si la población global viviera como un ciudadano indio.
Estos son los datos que ha aportado la organización británica independiente New Economics Foundation, reflejan la capacidad del planeta para sustentar la vida que en él se desarrolla y ponen de manifiesto que la Tierra tiene un límite ecológico al año para generar productos y absorber contaminación.
Superado este límite se consume mediante la sobreexplotación de los recursos, señala a Efeverde el director de economía ambiental de New Economics Foundation, Aniol Esteban. En declaraciones a Efe, Esteban explica que un español genera en los site primeros días del año tantas emisiones de CO2 como un ciudadano de Tanzania en los doce meses siguientes.
Por otro lado, según Esteban, este consumo es la base de la paradoja de que se generen beneficios económicos del consumo insostenible. Un ejemplo está siendo, explica el director, el Golfo de México, considerado el mayor vertido de petróleo de la historia de Estados Unidos, que, sin embargo, genera beneficios económicos a una parte de la población a través del pago de los servicios de limpieza.
La organización medioambiental estadounidense Global Footprint Network analiza la situación global para determinar la huella ecológica que la humanidad deja cada año, y aporta las cifras que determinan dónde están los límites de la naturaleza.
Las cantidades consumidas de pescado, carne, cereales y vegetales se transforman en superficie de terreno que es necesario para generarlas y se contabiliza, entre otros, el consumo energético y las emisiones de CO2 para obtener el área de producción que corresponde a cada ciudadano del mundo.
Los últimos datos de Global Footprint Network señalan que corresponden casi dos hectáreas por persona, pero sólo en España cada ciudadano consume la producción de unas seis hectáreas de terreno aproximadamente.
Según explica Esteban, la humanidad ha vivido durante siglos en equilibrio hasta que, hace aproximadamente tres décadas, empezamos a consumir y a vivir a crédito, llevando nuestro saldo a un punto cada vez más extremo. La organización alerta: la cuenta ecológica del planeta ha entrado en números rojos.
En el caso de que el nivel de vida a alcanzar fuera el de un ciudadano estadounidense, el número de planetas necesarios sería de cinco, mientras que la producción de la Tierra podría reducirse a la mitad si la población global viviera como un ciudadano indio.
Estos son los datos que ha aportado la organización británica independiente New Economics Foundation, reflejan la capacidad del planeta para sustentar la vida que en él se desarrolla y ponen de manifiesto que la Tierra tiene un límite ecológico al año para generar productos y absorber contaminación.
Superado este límite se consume mediante la sobreexplotación de los recursos, señala a Efeverde el director de economía ambiental de New Economics Foundation, Aniol Esteban. En declaraciones a Efe, Esteban explica que un español genera en los site primeros días del año tantas emisiones de CO2 como un ciudadano de Tanzania en los doce meses siguientes.
Por otro lado, según Esteban, este consumo es la base de la paradoja de que se generen beneficios económicos del consumo insostenible. Un ejemplo está siendo, explica el director, el Golfo de México, considerado el mayor vertido de petróleo de la historia de Estados Unidos, que, sin embargo, genera beneficios económicos a una parte de la población a través del pago de los servicios de limpieza.
La organización medioambiental estadounidense Global Footprint Network analiza la situación global para determinar la huella ecológica que la humanidad deja cada año, y aporta las cifras que determinan dónde están los límites de la naturaleza.
Las cantidades consumidas de pescado, carne, cereales y vegetales se transforman en superficie de terreno que es necesario para generarlas y se contabiliza, entre otros, el consumo energético y las emisiones de CO2 para obtener el área de producción que corresponde a cada ciudadano del mundo.
Los últimos datos de Global Footprint Network señalan que corresponden casi dos hectáreas por persona, pero sólo en España cada ciudadano consume la producción de unas seis hectáreas de terreno aproximadamente.
Según explica Esteban, la humanidad ha vivido durante siglos en equilibrio hasta que, hace aproximadamente tres décadas, empezamos a consumir y a vivir a crédito, llevando nuestro saldo a un punto cada vez más extremo. La organización alerta: la cuenta ecológica del planeta ha entrado en números rojos.
EFE
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